Entonces Jesús les explicó el ejemplo: «Yo soy la puerta de las ovejas.
Jesús le respondió: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre.
Por medio de lo que Jesucristo hizo, tanto los judíos como los no judíos tenemos un mismo Espíritu, y podemos acercarnos a Dios el Padre.
Jesús les dijo: «Ustedes saben que solo un ladrón y bandido entra al corral saltando la cerca.
Yo soy la puerta del reino de Dios: cualquiera que entre por esta puerta, se salvará; podrá salir y entrar, y siempre encontrará alimento.
y les aseguro que seré como un pastor para ustedes, mis ovejas».
Nosotros somos tu pueblo, y siempre te alabaremos; ¡siempre te cantaremos alabanzas!
Reconozcan que él es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Nosotros somos su pueblo: ¡él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño!
Pertenecemos a Dios; nosotros somos su pueblo. Él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño; ¡estamos bajo su cuidado! Si hoy escuchamos su voz,
»Todos andábamos perdidos, como suelen andar las ovejas. Cada uno hacía lo que bien le parecía; pero Dios hizo recaer en su fiel servidor el castigo que nosotros merecíamos.