De nuevo ellos intentaron encarcelar a Jesús. Pero él se les escapó,
Algunos hombres de Jerusalén quisieron arrestar a Jesús, pero no pudieron, pues todavía no había llegado el momento de que todos supieran quién era.
Entonces aquellos judíos quisieron matar a Jesús a pedradas; pero él se mezcló entre la multitud y salió del templo.
Y aunque no faltaba quien quería llevárselo a la cárcel, nadie se atrevía a tocarlo.
Otra vez, los jefes judíos quisieron apedrear a Jesús,
Entonces los fariseos salieron de la sinagoga y comenzaron a hacer planes para matar a Jesús.