Al escuchar las palabras del capitán, Jesús se quedó admirado y les dijo a quienes lo seguían: «En todo Israel no he encontrado a nadie que confíe tanto en mí, como este capitán romano.»
Porque a los que saben algo acerca de los secretos del reino, se les permite saber mucho más. Pero a los que no saben mucho de los secretos del reino, Dios les hará que olviden aun lo poquito que saben.
y vio por allí una higuera. Pero cuando se acercó, no encontró ningún higo para comer. El árbol solo tenía hojas. Entonces, Jesús le dijo: «¡Nunca volverás a dar higos!» En aquel mismo instante, el árbol se secó.
Y luego les dijo a todos: «Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y verán también a los ángeles de Dios subir y bajar sobre mí, que soy el Hijo del hombre.»