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Referencias Cruzadas

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Juan 1:38

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Jesús se dio vuelta y, al ver que lo seguían, les preguntó qué querían. Ellos le preguntaron: —¿Dónde vives, Maestro?

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30 Referencias Cruzadas  

Entonces, Jesús volvió a preguntarles: —¿A quién buscan? —A Jesús de Nazaret —respondieron de nuevo.

Entonces Natanael respondió: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!

Si todos los días vienes a mi casa y escuchas mis enseñanzas, Dios te bendecirá.

Dios mío, solo una cosa te pido, solo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración.

La gente encontró a Jesús al otro lado del lago, y le preguntó: —Maestro, ¿cuándo llegaste?

Entonces fueron a ver a Juan y le dijeron: —Maestro, ¿recuerdas a aquel de quien nos hablaste, el que estaba contigo al otro lado del río Jordán? Pues bien, ahora él está bautizando y todos lo siguen.

Por eso he aceptado venir a esta casa. Díganme, ¿para qué me han hecho venir?

Ellos fueron a un pueblo de Galilea para ver a Felipe, uno de los discípulos de Jesús, y le dijeron: —Señor, queremos ver a Jesús. Felipe, que era de Betsaida,

Cuando Jesús pasó por allí, miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, bájate ahora mismo, porque quiero hospedarme en tu casa.»

Entonces Pedro bajó y les dijo a los hombres: —Yo soy Pedro. ¿Para qué me buscan?

En ese momento, Jesús se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Hoy, antes de que el gallo cante, vas a decir tres veces que no me conoces.»

Entonces regresó a la casa de su padre. »Cuando todavía estaba lejos, su padre corrió hacia él lleno de amor, y lo recibió con abrazos y besos.

Una gran cantidad de gente caminaba con Jesús. De pronto, él se volvió y les dijo:

En la casa también estaba María, que era hermana de Marta. María se sentó junto a Jesús para escuchar atentamente lo que él decía.

el hombre que ahora estaba sano le rogó a Jesús que lo dejara ir con él. Pero Jesús le dijo:

Quien con sabios anda a pensar aprende; quien con tontos se junta acaba en la ruina.

¡Dios bendice al joven que ama a la sabiduría, pues de ella obtiene la vida!

Pero Rut le contestó: «No me pidas que te deje; ni me ruegues que te abandone. Adonde tú vayas iré, y donde tú vivas viviré. »Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.

¡Qué felices deben ser tus esposas! ¡Y qué contentos deben estar todos tus servidores, pues siempre cuentan con tus sabios consejos!

Pero tú, Dios nuestro, reinas para siempre. ¡Tú eres nuestro rey!

Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron.

—Síganme y lo verán —contestó Jesús. Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día.

Mientras esto sucedía, los discípulos le rogaban a Jesús: —Maestro, por favor, come algo.




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