Al día siguiente, muy de mañana, Josué y todos los israelitas levantaron el campamento de Sitim y avanzaron hasta el río Jordán. Acamparon allí, esperando el momento de cruzarlo.
A la mañana siguiente Abraham madrugó, y cortó leña suficiente para hacer un gran fuego. Preparó su burro y se puso en camino al lugar que Dios le había señalado. Iba acompañado de su hijo Isaac y dos de sus sirvientes.
Y el hombre que yo señale será el que tiene lo que se debía destruir. Quémenlo vivo, junto con su familia y todo lo que posee, por no haber cumplido con el trato hecho con nuestro Dios. Lo que ha hecho es una vergüenza para Israel”.
Luego se adelantaron uno por uno los grupos familiares de Judá, y fue señalado el grupo de Zérah. Al acercarse el grupo de Zérah, fue señalada la familia de Zabdí,