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Referencias Cruzadas

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Joel 2:14

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

»¡Tal vez Dios decida perdonarnos! ¡Tal vez nos dé en abundancia vino y cereal para las ofrendas!

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20 Referencias Cruzadas  

Si dejamos de hacer lo malo, tal vez a Dios se le pase el enojo, y no nos destruirá».

Ustedes todavía no tienen trigo en sus graneros, ni hay uvas en sus viñas, ni frutos en sus árboles, pero a partir de hoy voy a bendecirlos”.

»Ustedes, los sacerdotes, que sirven a Dios en el altar, pónganse ropa de luto y pasen la noche llorando, pues ya nadie trae al templo ofrendas de vino y de cereales.

Y ustedes, los humildes, que obedecen a nuestro Dios, búsquenlo y procuren ser justos; tal vez así podrán salvarse el día en que Dios nos castigue.

El capitán se le acercó y le dijo: —¡Qué haces aquí, dormilón! ¡Levántate y pide ayuda a tu dios! ¡Tal vez nos salve al ver que estamos en peligro!

Ojalá que Dios haya escuchado los insultos que el oficial de Senaquerib lanzó en contra del Dios de Israel, y que lo castigue. Pídele a Dios que ayude a los israelitas que aún quedan con vida.

David les contestó: —Mientras el niño aún vivía, yo no comía y lloraba porque creía que Dios me tendría compasión y sanaría a mi hijo.

Al día siguiente, Moisés les dijo a todos: «Ustedes han cometido un pecado terrible. Por eso voy a subir a la montaña para hablar con Dios, a ver si él los perdona».

Y cuando corrijas a tus enemigos, hazlo con humildad. Tal vez Dios les dé la oportunidad de arrepentirse y de conocer la verdad.

»En nuestra propia cara nos quitaron la comida; nos quitaron la alegría de estar en el templo de nuestro Dios.

También lloran los sacerdotes que están al servicio de Dios, pues ya nadie lleva al templo ofrendas de vino y de cereales.

Dios también dijo: «Cuando las uvas están jugosas, la gente no las desecha, porque puede sacar mucho vino. Por eso yo, por amor a mis servidores, no destruiré a toda la nación.

Por eso te pido que me des la región montañosa que Dios me prometió aquel día. Tú bien sabes que los descendientes del gigante Anac viven en ciudades grandes y bien protegidas. Pero con la ayuda de Dios los podré desalojar, y así conquistaré esas ciudades, tal como Dios lo prometió».

Si te hacen caso y dejan de hacer lo malo, entonces ya no los castigaré como había pensado hacerlo.

Pero si esa nación deja de hacer lo malo, entonces yo decidiré no castigarlos como pensaba hacerlo.

Así que más les vale obedecer a nuestro Dios, y mejorar su conducta. Si en verdad lo hacen así, Dios ya no los castigará.

Pero cuando Dios vea lo mucho que estoy sufriendo, tal vez me envíe bendiciones y no maldiciones».




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