»Ustedes, los sacerdotes, que sirven a Dios en el altar, pónganse ropa de luto y pasen la noche llorando, pues ya nadie trae al templo ofrendas de vino y de cereales.
«Ezequiel, hombre mortal, dile de mi parte a Egipto: “¡El día de tu castigo ya está cerca! ¡Grita de dolor! ¡Ese día será nublado! ¡Día terrible para todas las naciones!