Isaías dijo: «Siento lástima por el reino de Moab. Los moabitas están llenos de miedo, y huyen al pueblo de Sóar; corren hacia Eglat-selisiya, suben llorando por la cuesta de Luhit, y lanzan gritos de dolor por el camino de Horonaim.
Por la cuesta de Luhit, los que suben no dejan de llorar. »Por la pendiente de Horonaim, los que bajan no dejan de gritar: “¡Qué desastre hemos sufrido!
«Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepan esto: Desde el norte vienen los babilonios; son un ejército que destruye ciudades enteras con sus habitantes. ¡Parecen un río desbordado! ¡Todos los habitantes de la tierra lloran y piden auxilio!