Cuarenta días después, Noé abrió la ventana de la casa
10 (11) Daniel lo supo, pero de todos modos se fue a su casa para orar a Dios. Daniel acostumbraba orar tres veces al día, así que entró en su cuarto, abrió la ventana y, mirando hacia Jerusalén, se arrodilló y comenzó a orar.
El agua siguió bajando hasta el mes de Tébet, y el día primero de ese mes ya pudieron verse las cumbres de las montañas.
y soltó un cuervo, el cual estuvo volando de un lado para otro, pues no encontraba tierra seca donde pararse.