El rey les preguntó: —¿Y ustedes a qué se dedican? Ellos le respondieron: —Su Majestad, nosotros somos pastores, como lo fueron nuestros abuelos.
Cuando estábamos con ustedes, les decíamos que quien no quiera trabajar tampoco tiene derecho a comer.
Entonces, los marineros preguntaron a Jonás: —¡Dinos ya por qué estamos sufriendo todo esto! ¿En qué trabajas? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué nacionalidad eres?
Después volvió a tener otro hijo, que se llamó Abel. Caín se dedicó a cultivar la tierra, mientras que Abel fue pastor de ovejas.