Pero volvió a dormirse, y tuvo otro sueño. Soñó que de un mismo tallo brotaron siete espigas, verdes y llenas de trigo.
De sus vacas, cabras y ovejas sacaron leche y cuajada; en su mesa se sirvió carne del mejor ganado. Comieron pan del mejor trigo y vino de las mejores uvas.
Y de repente, ¡las flacas y feas se comieron a las gordas y bonitas! En ese momento el rey se despertó.
Tras ellas brotaron otras siete espigas, sin trigo y marchitadas por el viento del desierto.
y una noche el copero y el panadero tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado.