Lo que Dios nos dijo fue: “En medio del jardín hay un árbol, que no deben ni tocarlo. Tampoco vayan a comer de su fruto, pues si lo hacen morirán”. Pero la serpiente insistió:
Por eso, el Señor también dice: «Apártense de ellos. No toquen nada impuro, y yo los aceptaré.
Pero yo te aseguro que si lo maltratas y le quitas todo lo que tiene, ¡te maldecirá en tu propia cara!
En ese mismo sueño Dios le dijo: —Ya sé que no has hecho nada malo, pues yo no te dejé que la tocaras ni que pecaras contra mí.
«no toquen esto», «no coman eso», «no prueben aquello»?
»Amigos míos, ¡tengan lástima de mí! Dios se ha vuelto mi enemigo, no hagan ustedes lo mismo.
Te aseguro que si lo maltratas, ¡te maldecirá en tu propia cara! Dios le dijo:
«No se metan con mi pueblo elegido; no les hagan daño a mis profetas».
En cuanto a aquello que pusieron en la carta que recibí de ustedes, de que «es mejor no tener relaciones sexuales»,
La mujer le contestó: —¡Sí podemos comer de cualquier árbol del jardín!
—Eso es mentira. No morirán.