¿Quiénes son esos dioses que tanto los asustan, para que me sean infieles y me olviden por completo? »Cuando ustedes no me adoraban, yo me quedaba callado y cerraba los ojos.
»En Jerusalén los pecadores tiemblan, los malvados se llenan de miedo y gritan: “No podremos sobrevivir al fuego destructor de Dios; ¡ese fuego no se apaga y no quedaremos con vida!”»
Por eso el Señor Jesús dice: «Yo volveré cuando menos lo esperen. Volveré como el ladrón, que roba en la noche menos esperada. ¡Dios bendecirá al que se mantenga despierto y vestido, pues no lo sorprenderán desnudo! ¡Ni tendrá nada de qué avergonzarse!»
Moisés se dio cuenta de que los israelitas no tenían quién los dirigiera, pues Aarón no había sabido controlarlos. También se dio cuenta de que los enemigos del pueblo se burlarían de ellos,
En ese mismo instante se dieron cuenta de lo que habían hecho y de que estaban desnudos. Entonces tomaron unas hojas de higuera y las cosieron para cubrirse con ellas.
Cuando los israelitas escucharon los truenos y el toque de trompeta, y vieron los relámpagos y el humo que cubría la montaña, sintieron mucho miedo y se mantuvieron lejos de allí.
Luego fueron a decirle a Moisés: —Es mejor que seas tú quien nos hable. Dinos qué debemos hacer, y te obedeceremos. Si Dios nos habla, podríamos morir.