Allí también había construido un altar para adorar a Dios.
Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé.
»Si me llaman, yo les responderé; si gritan pidiendo ayuda, yo les diré: “Aquí estoy”. Si dejan de maltratar a los demás, y no los insultan ni los maldicen;
»Cuando llegue ese día, haré que todos los pueblos hablen un lenguaje limpio de toda maldad, para que juntos me adoren y puedan pronunciar mi nombre.
Toda mi vida oraré a él porque me escucha.
Siempre estás cerca de los que te llaman con sinceridad.
Llevaré hasta tu altar una ofrenda de gratitud, y oraré en tu nombre.
¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!
¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Démosle gracias, porque él es bueno! ¡Dios nunca deja de amarnos!
10 (11) Prefiero pasar un día en tu templo que estar mil días lejos de él; prefiero dedicarme a barrer tu templo que convivir con los malvados.
Dios mío, yo amo el templo donde vives, donde se hace presente tu grandeza.
Entonces Abram levantó su campamento y se fue a vivir a Hebrón, junto al bosque de Mamré. Allí construyó un altar para adorar a Dios.
También Set tuvo un hijo, y le puso por nombre Enós. A partir de entonces se comenzó a adorar a Dios usando su nombre.
Entonces Isaac hizo allí un altar para adorar a Dios. En ese mismo lugar plantó su tienda de campaña, y sus sirvientes abrieron otro pozo.