para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Mientras Dios admiraba tal belleza,
El Dios todopoderoso dice: «Yo hago que el sol alumbre de día, y que la luna y las estrellas alumbren de noche. Yo hago que ruja el mar y que se agiten las olas. ¡Yo soy el Dios de Israel!
6 (7) Sale por un lado y se oculta por el otro, sin que nada ni nadie se libre de su calor.
cayó la noche, y llegó la mañana. Ese fue el cuarto día.