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Referencias Cruzadas

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Ester 7:4

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Se ha puesto precio a nuestra vida, y se nos quiere destruir. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, yo me callaría, y no molestaría a Su Majestad por algo sin importancia.

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18 Referencias Cruzadas  

Si a Su Majestad le parece bien, y ordena que sean destruidos, yo daré trescientos treinta mil kilos de plata a los administradores del tesoro del reino.

»Aunque Dios prometió que ustedes nunca volverían a Egipto, él los pondrá en barcos y los hará volver. Allí serán puestos a la venta, como esclavos, pero nadie querrá comprarlos».

Las cartas daban permiso a los judíos de reunirse en todas las ciudades para defenderse, matar y destruir totalmente a quienes los atacaran, sin importar de dónde vinieran y sin respetar a las mujeres y a los niños. Además, les daba el derecho de apoderarse de sus pertenencias.

El Dios de Israel ha dicho: «Ustedes, pueblo de Israel, han llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no los perdonaré! A la gente humilde y honrada la venden como esclava por unas cuantas monedas y hasta por un par de zapatos;

6-7 (4.6-7) »Ustedes, gente de Tiro y de Sidón, se llevaron muy lejos a la gente de Judá; a los habitantes de Jerusalén los vendieron como esclavos. Pero yo los rescataré; los haré volver de Grecia, donde ustedes los vendieron. »Ahora yo haré con ustedes lo mismo que hicieron con mi pueblo:

Ester, señalando a Amán, le respondió: —¡Nuestro enemigo es este malvado! Al oír esto, Amán se quedó paralizado de miedo.

Además, decían: «Somos de la misma raza que nuestros compatriotas, y nuestros hijos tienen los mismos derechos que los de ellos. Sin embargo, tendremos que vender a nuestros hijos como esclavos. La verdad es que algunas de nuestras hijas ya lo son, y no podemos hacer nada para evitarlo, porque nuestros campos y viñedos ya pertenecen a otros».

y ahora Saúl va a querer matarte también a ti. Pero no tengas miedo, que conmigo estarás seguro.

Por esto, Dios los condena a ser esclavos, y de ahora en adelante cortarán leña y acarrearán agua para el santuario de mi Dios.

Pero supongamos que el sirviente piensa: “Mi amo salió de viaje y tardará mucho en volver”, y entonces comienza a golpear a los otros sirvientes y sirvientas, y a comer y a beber hasta emborracharse.

El rey Asuero le preguntó: —¿Y quién se atrevió a hacer esto? ¿Dónde está?

¡No podría yo soportar la tragedia que amenaza a mi pueblo! ¡No podré resistir que se destruya a mi familia!

Pero la reina Ester se presentó ante el rey, y este ordenó por escrito que Amán fuera castigado por ese plan tan malvado. Ordenó que Amán y sus hijos fueran ahorcados.

2 (3) A esos ciento veinte los vigilaban tres jefes superiores a ellos. Uno de esos tres jefes era Daniel.




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