El rey Belsasar hizo una gran fiesta, a la que invitó a las mil personas más importantes de su reino. Todos los asistentes a la fiesta bebieron mucho vino.
Cuando tengan hambre, yo les daré de comer y beber para que se diviertan y se emborrachen. Así caerán en un sueño profundo del que nunca más despertarán; yo los llevaré al matadero, como se lleva a los carneros, a los corderos y a los chivos. Les juro que así lo haré.
Tres días después el rey de Egipto celebraba su cumpleaños, así que hizo una gran fiesta e invitó a todos sus ayudantes y consejeros. Allí, delante de sus invitados, el rey mandó a sacar de la cárcel al jefe de los coperos y al jefe de los panaderos.