12 (9) Eran tan verdes sus hojas y tan abundante su fruta, que alcanzaba para alimentar a todas las aves del cielo, a todos los animales del campo y a toda la gente.
Se puede comparar con la semilla de mostaza: Cuando un hombre va y la siembra en su terreno, ella crece y se convierte en un árbol grande, tan grande que hasta los pájaros vienen y hacen nidos en sus ramas.»
¡sobre el monte más alto de Israel! Y le crecerán muchas ramas, y se llenará de frutos, y llegará a ser un gran árbol. Bajo la sombra de sus ramas pondrán su nido las aves,
14 (11) y a gritos anunció: “¡Echen abajo ese árbol! Córtenle las ramas, déjenlo sin hojas, arránquenle su fruta. Que se vayan los animales que se cubren con su sombra; que se vayan los pájaros que anidan en sus ramas.