Cuando la reina oyó los gritos de Belsasar y de sus invitados, entró al salón del banquete y le dijo al rey: «¡Deseo que Su Majestad viva muchos años! ¡No se preocupe más, ni tenga tanto miedo!
Como los sabios hablaban arameo, le contestaron al rey en ese idioma: —Nosotros estamos para servir a Su Majestad, y le deseamos muchos años de vida. Si Su Majestad nos cuenta su sueño, nosotros le diremos lo que significa.