Estamos viviendo tiempos muy importantes, y ustedes han vivido como si estuvieran dormidos. ¡Ya es hora de que despierten! Ya está muy cerca el día en que Dios nos salvará; mucho más cerca que cuando empezamos a creer en Jesús.
Dios dijo: «Vayan por las calles de Jerusalén; miren bien por las plazas, y busquen a una sola persona buena, que haga justicia y diga la verdad. Si la encuentran, entonces yo perdonaré a la ciudad.
Cuéntame, amor de mi vida, ¿a dónde llevas tus rebaños? A la hora de la siesta, ¿dónde los haces descansar? No tengo por qué andar como una vagabunda; ¡no tengo por qué buscarte entre los rebaños de tus amigos!