Apocalipsis 4:2

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

En ese mismo instante quedé bajo el poder del Espíritu Santo, y vi un trono en el cielo. Sobre el trono estaba sentado alguien

Referencias Cruzadas

Apocalipsis 1:10

Pero un domingo quedé bajo el poder del Espíritu Santo. Entonces escuché detrás de mí una voz muy fuerte, que sonaba como una trompeta.

1 Reyes 22:19

Micaías dijo: —No debiste decir eso. Ahora escucha el mensaje que Dios te envía. Yo vi a Dios sentado sobre su trono. Todos los ángeles del cielo estaban de pie, unos a la derecha y otros a la izquierda.

Isaías 6:1

Yo, Isaías, vi a Dios sentado en un trono muy alto, y el templo quedó cubierto bajo su capa. Esto me sucedió en el año en que murió el rey Ozías.

Ezequiel 1:26

Sobre la cúpula de cristal había una piedra preciosa, que tenía la forma de un trono. Sobre ese trono podía verse la figura de un ser humano.

Apocalipsis 5:1

En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro enrollado. Las hojas del libro estaban escritas por ambos lados, y el libro estaba cerrado con siete sellos.

Apocalipsis 4:9

Estos cuatro seres vivientes cantan y dan gracias al que está sentado en el trono y vive para siempre. En sus cantos dicen lo maravilloso, poderoso y digno que es él de recibir honores. Cada vez que hacen esto, los veinticuatro ancianos se arrodillan delante de él, lo adoran y, arrojando sus coronas delante del trono, cantan:

Apocalipsis 4:5

Del trono salían ruidos, truenos y relámpagos, y delante del trono ardían siete antorchas, que son los siete espíritus de Dios.

Apocalipsis 5:13

Y también oí decir a todos los seres del universo: «¡Que todos alaben al que está sentado en el trono, y también al Cordero! Que lo llamen maravilloso, y por siempre admiren su poder.»

Apocalipsis 21:10

Y en la visión que el Espíritu de Dios me mostró, el ángel me llevó a un cerro grande y alto, y me enseñó la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, donde está Dios.

Hebreos 8:1

Lo más importante de todo esto es que tenemos un Jefe de sacerdotes que está en el cielo, sentado a la derecha del trono de Dios.

Apocalipsis 3:21

’Los que triunfen sobre las dificultades y mantengan su confianza en mí reinarán conmigo, así como yo he triunfado y ahora reino con mi Padre.

Ezequiel 10:1

De pronto vi que arriba de la cúpula que estaba sobre los cuatro seres con apariencia extraña, había algo que parecía un trono. Era tan azul que parecía estar hecho de zafiro.

Apocalipsis 20:11

Entonces vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. Y en su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, y nadie volvió a verlos.

Apocalipsis 19:4

Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se inclinaron hasta tocar el suelo, diciendo: «¡Así sea! ¡Que todos alaben a Dios!» Y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono.

Apocalipsis 21:5

Dios dijo desde su trono: «¡Yo hago todo nuevo!» Y también dijo: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.»

Apocalipsis 17:3

Luego, en la visión que me mostró el Espíritu de Dios, el ángel me llevó al desierto. Allí vi a una mujer sentada sobre un monstruo de color rojo. Este monstruo, de siete cabezas y diez cuernos, tenía escritos por todo el cuerpo nombres que ofendían a Dios.

Apocalipsis 12:5

La mujer tuvo un hijo que gobernaría con gran poder a todos los países de este mundo. Pero le quitaron a su hijo y lo llevaron ante Dios y ante su trono.

Apocalipsis 6:16

Y todos ellos les decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros, para que no nos vea el que está sentado en el trono! ¡Que no nos castigue el Cordero!

Jeremías 17:12

Yo, Jeremías, dije: «El templo donde tienes tu trono desde un principio está en lo alto; ¡es un lugar muy hermoso!

Salmos 11:4

Pero Dios está en su santo templo; desde su palacio celestial vigila a la humanidad entera. Dios pone a prueba a los justos; él mismo los examina, pero odia con toda su alma a los malvados y a los violentos.

Mateo 22:43

Jesús les dijo: —Con la ayuda del Espíritu Santo, David escribió: “Dios le dijo a mi Señor el Mesías: ‘Siéntate a la derecha de mi trono hasta que yo derrote a tus enemigos.’” »A ver, explíquenme: Si el rey David llama Señor al Mesías, ¿cómo puede el Mesías ser su descendiente? ¡Hasta David lo considera más importante que él mismo!