porque usaré como guías la justicia y la rectitud”. »Ustedes confían en que Egipto los protegerá, pero el poderoso ejército de Asiria destruirá esa falsa protección.
Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho.
Nosotros somos el templo del Dios vivo. Si Dios está en nosotros, no tenemos nada que ver con los ídolos. Dios mismo dijo: «Viviré con este pueblo, y caminaré con ellos. »Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.»