Me vi atrapado por la muerte; me vi al borde de la tumba.
La muerte me tenía atrapado; me dominaba el miedo de morir. ¡Sentí una angustia terrible!
¡Pero Dios hizo que Jesús resucitara! ¡Y es que la muerte no tenía ningún poder sobre él!
2 (3) «Cuando estaba sufriendo, tú, mi Dios, me ayudaste. Cuando estaba casi muerto, pedí ayuda y me la diste.
El que obedece a Dios tiene larga vida; ha escapado de la muerte.
Las enseñanzas del sabio son una fuente de vida y pueden salvarte de la muerte.
El pecado y las malas acciones son trampas para el malvado, y lo hacen su prisionero.
5 (6) Son gente muy orgullosa. A mi paso pusieron trampas para hacerme caer en ellas.
5 (6) Me vi atrapado por la muerte, me vi al borde de la tumba.
A los que están afligidos o han sido encarcelados,
»Cuando vean a los ejércitos rodear la ciudad de Jerusalén, sepan que pronto será destruida.