Me despejas el camino para que no tenga yo tropiezos.
Vayas rápido o despacio, no tendrás ningún problema para alcanzar el éxito.
Dios protege a quienes lo obedecen, pero los rebeldes mueren angustiados; ¡de nada les sirve su fuerza!
Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme.
pero te llamé al sentir que me caía, y tú, con mucho amor, me sostuviste.
36 (37) Me despejas el camino para que no tenga yo tropiezos.
1 (2) Tú, Dios mío, eres mi defensor; ¡respóndeme cuando te llame! Siempre que tengo problemas, me ayudas a salir de ellos; ¡compadécete de mí, y escucha mi oración!
Me diste libertad; ¡me libraste porque me amas!