Al verlo, el rey David le preguntó: —¿Y para qué me traes todo esto? Sibá le respondió: —Los burros son para que la familia de Su Majestad viaje en ellos. Los panes y la fruta son para la gente más joven, y el vino es para los que se desmayen en el desierto.
salgan al encuentro del que tiene sed y ofrézcanle agua. Y ustedes, árabes de la región de Temá, salgan al encuentro del que huye y ofrézcanle algo de comer.
Me será fácil alcanzarlo, pues él está cansado y sin ánimo. ¡Lo asustaré de tal manera, que su gente huirá y lo dejará solo! »Pero no heriré a nadie más que a David, ya que usted solo quiere deshacerse de él. Entonces la gente se volverá a usted, y nadie saldrá lastimado».