Absalón le reclamó: —¿Qué clase de amigo eres, que no te fuiste con tu amigo David?
Con ciertos amigos, no hacen falta enemigos, pero hay otros amigos que valen más que un hermano.
El amigo siempre es amigo, y en los tiempos difíciles es más que un hermano.
Husai le contestó: —Yo estoy para servir a quien todos los israelitas elijan como su rey, y el elegido es usted. Así que yo me quedo aquí.