»El trabajo que yo los envío a hacer es peligroso. Es como enviar ovejas a un lugar lleno de lobos. Por eso, sean listos y estén atentos como las serpientes, pero sean también humildes, como las palomas.
Harás con la ciudad y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó. Esta vez podrás quedarte con sus bienes y sus animales. Ordena que una parte del ejército se quede al otro lado de la ciudad, para atacarla por sorpresa».