Un mensajero fue a decirle a David: «Absalón se está ganando la simpatía de todos los israelitas, y ahora ellos lo apoyan».
Entonces sus parientes se fueron a hablar con los de Siquem. Estos decidieron apoyar a Abimélec,
Entonces Pilato les dijo: —¿Y qué quieren que haga con Jesús, a quien llaman el Mesías? —¡Que muera en una cruz! —respondieron a coro.
Y así lo hacía con todos los que iban a ver al rey. De esa manera, fue ganándose a la gente.
Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba: «¡Sálvanos, Mesías nuestro! ¡Bendito tú, que vienes en el nombre de Dios! Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!»
9 (10) No hay un solo hombre que valga más que un suspiro; todos son pura ilusión. Si los pesaran en una balanza, ¡ni juntos pesarían gran cosa!
Esto que dijo el rey le pareció bien a la gente, ya que todo lo que David hacía les agradaba.
1 (2) Dios mío, son muchos mis enemigos; son muchos los que me atacan,