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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 14:19

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

El rey le preguntó: —¿Verdad que Joab te pidió hacer esto? Y la mujer contestó: —Así es, Su Majestad. Joab me mandó a hablar con usted, y me dijo lo que yo debía decir.

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22 Referencias Cruzadas  

Luego, quiero que te presentes ante el rey y le digas exactamente lo que voy a decirte». Joab le dijo entonces a la mujer lo que debía decir, y ella se fue a ver al rey.

Y Ana le dijo: «Señor mío, hace tiempo yo estuve aquí, orando a Dios.

Yo les ayudaré a contestar con inteligencia, y ninguno de sus enemigos podrá contradecirlos ni decir que están equivocados.

Por nada de este mundo dejes de hacer el bien; ¡apártate de la maldad!»

y Elías le dijo a Eliseo: —Te ruego que te quedes aquí, porque Dios me mandó ir a Betel. Pero Eliseo le contestó: —Te juro por Dios, y por ti mismo, que no te dejaré ir solo. Así que los dos fueron a Betel.

Y Urías le contestó: —Mal haría yo en ir a mi casa a comer, beber y tener relaciones sexuales con mi esposa, mientras el cofre del pacto de Dios y todo el ejército están en el campo de batalla. ¡Mal haría yo en dormir cómodamente en mi casa, mientras Joab y sus soldados duermen al aire libre! ¡Yo no puedo hacer algo así!

Pero David insistió: —¡Te juro por Dios y por ti mismo que puedo morir en cualquier momento! Tu padre sabe bien que tú y yo somos buenos amigos. Y seguramente habrá pensado: “Si se lo digo a Jonatán, haré que se ponga triste”.

Mientras David peleaba con Goliat, Saúl le preguntó a Abner, que era el jefe de su ejército: —¿Quién es ese joven? ¿Quién es su padre? Y Abner le contestó: —Le juro a Su Majestad que no lo sé.

Solo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas.

»Por eso, israelitas, no dejen de obedecer ni uno solo de los mandamientos de su Dios.

»Un favor te pedimos. Déjanos pasar por tu territorio. Te prometemos no pasar por los campos sembrados, ni por los viñedos, ni tomar agua de tus pozos. Seguiremos derecho, sin apartarnos del camino principal, hasta que hayamos salido de tu territorio.

Tú dile a Aarón todo lo que te he mandado decir, para que él se lo diga al pueblo por ti. De ese modo, Aarón hablará en tu lugar, así como tú hablas en lugar mío. Yo, por mi parte, les ayudaré a hablar y les enseñaré lo que deben hacer.

Entonces el rey le dijo a la mujer: —Te voy a preguntar algo, pero quiero que me respondas con toda franqueza. Y la mujer le dijo: —Dígame usted.

Si yo lo hubiera matado, el rey llegaría a saberlo, pues él se entera de todo. Y entonces, ¡hasta usted se pondría en mi contra!

A Dios lo alabamos porque vive en el misterio; al rey lo respetamos porque trata de entenderlo.




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