»Si me he atrevido a decirle todo esto a Su Majestad, es porque tengo mucho miedo de la gente que me quiere hacer daño. Yo sabía que usted me escucharía
»Es verdad que un día todos vamos a morir, y no podemos evitarlo, pero Dios no quiere que Absalón muera, sino que regrese.
y no dejaría que nos hicieran daño ni a mí ni a mi hijo.
Y si alguna enfermedad provoca que la gente muera de pronto, Dios se burla de la angustia de los que nada malo hicieron.