Amnón le dijo a Tamar: —Tráeme el pan a la cama, y dame de comer en la boca. Tamar tomó el pan y se lo llevó a su hermano hasta la cama.
Cuando el pan estuvo listo, Tamar lo puso sobre la mesa. Pero Amnón no quiso levantarse a comer, sino que le dijo a Tamar: «Ordena a los sirvientes que salgan de aquí». En cuanto los sirvientes salieron,
Pero cuando ya estuvo cerca, Amnón la agarró por la fuerza y le dijo: —Ven, hermanita, acuéstate conmigo.