Pero ahora que ya ha muerto, ¿qué gano con no comer? No puedo devolverle la vida, ni hacer que vuelva a estar conmigo. Más bien, algún día yo moriré e iré a reunirme con él.
Todos sus hijos llegaron para consolarlo, pero él no quería que lo consolaran. Más bien, lloraba y decía que quería morirse para estar con José.
Jesús le dijo: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.
y un día me arrojarás a la tumba, que es nuestro destino final.
antes de emprender el viaje sin regreso al país de las tinieblas y el desorden!”»
«Tarde o temprano, la muerte nos llega a todos, y a mí me falta poco para morir. Sé valiente y compórtate como hombre.