Hadad-ézer mandó llamar a los arameos que estaban del otro lado del Éufrates, y ellos vinieron a Helam. Al frente de ellos iba Sobac, que era el jefe del ejército de Hadad-ézer.
Sin embargo, al ver los sirios que los israelitas los habían derrotado, les pidieron ayuda a los sirios que estaban del otro lado del Éufrates. Y cuando estos llegaron, se pusieron bajo las órdenes de Sofac, jefe del ejército de Hadad-ézer.
Cuando David supo esto, reunió a todo el ejército de Israel, cruzó el río Jordán y llegó a Helam. Los arameos se formaron frente a David y empezó la batalla.
Dios también permitió que Rezón, el hijo de Eliadá, se pusiera en contra de Salomón. Rezón era un oficial de Hadad-ézer, rey de Sobá, y se había escapado