»¡Qué triste estoy por ti, Jonatán! ¡Yo te quería más que a un hermano! ¡Mi cariño por ti fue mayor que mi amor por las mujeres!
Además, como amaba tanto a David, volvió a hacerle un juramento de amistad.
Pero Jonatán fue a Hores para ver a David, y lo animó a tener confianza en Dios.
Cuando el muchacho se fue, David salió de su escondite y, de cara al suelo en señal de respeto, se inclinó tres veces delante de Jonatán. Luego se abrazaron y lloraron mucho, aunque David lloraba más.
le avisó del peligro que corría: «¡Cuídate mucho, que mi padre quiere matarte! ¡Escóndete en el campo! Mañana temprano
»¿Cómo pudieron los valientes perder la vida en la batalla?»
Con ciertos amigos, no hacen falta enemigos, pero hay otros amigos que valen más que un hermano.