Entonces el rey mandó traer al sacerdote Ahimélec y a todos sus familiares, que también eran sacerdotes en Nob.
Fácilmente se enojan y matan a cualquiera.
1 (2) Por su parte, David se fue a Nob, donde vivía el sacerdote Ahimélec. Cuando Ahimélec vio a David, se puso nervioso y le preguntó: —¿Por qué vienes solo?
Allí Ahimélec le dio un mensaje de parte de Dios, le dio de comer, y también le entregó la espada de Goliat el filisteo.
Y Saúl le dijo a Ahimélec: —Escúchame bien. —Hable usted, Su Majestad —contestó Ahimélec.