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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 2:3

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¡Cállense! ¡No sean tan orgullosos! ¡No hablen como la gente presumida! Dios nos conoce muy bien; sabe cuándo hacemos lo bueno y cuándo hacemos lo malo.

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26 Referencias Cruzadas  

Los que obedecen a Dios aborrecen la maldad. Yo aborrezco a la gente que es orgullosa y presumida, que nunca dice la verdad ni vive como es debido.

porque Dios todo lo sabe y no podrás alegar ignorancia. ¡Si no lo haces, recibirás tu merecido!

Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.

Todo el mundo cree hacer lo mejor, pero Dios juzga las intenciones.

¿A quién insultaste y ofendiste? ¡Me ofendiste a mí, al Dios santo de Israel!

Grande es nuestro Dios, y grande es su poder; ¡su entendimiento no tiene fin!

Todos ellos son malhechores; ¡son unos habladores y orgullosos! ¡Se creen la gran cosa!

21 (22) tú te habrías dado cuenta, pues sabes lo que pensamos.

¡Que Dios me ponga a prueba, y verá que soy inocente!

Pero Dios le dijo: «Samuel, no te fijes en su apariencia ni en su gran estatura. Este no es mi elegido. Yo no me fijo en las apariencias; yo me fijo en el corazón».

»Pero ustedes hablan mal de mí, y todavía preguntan: “¿Y qué de malo hemos dicho?”

“Tekel” quiere decir que Dios concedió a Su Majestad una oportunidad, pero Su Majestad no la aprovechó.

37 (34) Por eso alabo y adoro al Rey del cielo, pues todo lo que hace está bien hecho. Él es un Dios justo, que humilla a los que son orgullosos. Lo digo yo, el rey Nabucodonosor».

Solo yo, el Dios de Israel, sé muy bien lo que piensan, y los castigaré por su mala conducta.

»Dios nuestro, tú cuidas a la gente buena para que cumpla tus mandamientos.

No tienen sentimientos, hablan solo para ofenderme.

18 (19) ¡Calla a esos mentirosos, que me desprecian y me humillan!

5 (6) que no presuman de su poder ni se sientan superiores».

—¡Nuestro Dios es el más poderoso de todos los dioses! ¡Él sabe por qué hicimos esto, y queremos que ustedes lo sepan también! Si hemos levantado este altar por rebeldía, o para apartarnos de Dios, no nos perdonen la vida. Que Dios nos castigue si lo hemos construido para presentar nuestras ofrendas.

Entonces Zebul le dijo: —¿Y ahora qué me dices? ¿No decías que Abimélec no era nadie para hacernos sus esclavos? ¡Ahí están los hombres que despreciaste! ¡Sal a combatirlos!

Los oí provocarme con sus insultos y desafíos.




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