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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 18:12

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Saúl le tenía miedo a David, pues se daba cuenta de que Dios lo cuidaba y lo ayudaba a ganar las batallas, mientras que a él lo había abandonado. Entonces Saúl envió a David al campo de batalla y lo puso al frente de mil soldados. David ganó todas las batallas que sostuvo, porque Dios lo ayudaba.

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23 Referencias Cruzadas  

Por eso llegó a odiar a David y se convirtió en su enemigo de toda la vida.

Samuel le preguntó: —Saúl, ¿por qué me llamaste? ¿Por qué no me dejas descansar? —Estoy desesperado —contestó Saúl—. Los filisteos me hacen la guerra, y Dios me ha abandonado. Ya no me responde, ni en sueños ni por medio de profetas. Por eso te he llamado, para que me digas qué debo hacer.

Uno de ellos le dijo: —Yo conozco a uno. Se llama David, y es hijo de Jesé, el que vive en Belén. David toca muy bien el arpa, y es también un guerrero muy valiente; además, sabe hablar bien y es muy bien parecido. ¡Y Dios siempre lo ayuda!

Pero Pablo también le habló de que tenía que vivir sin hacer lo malo, que tenía que controlarse para no hacer lo que quisiera, sino solamente lo bueno, y que algún día Dios juzgaría a todos. Entonces Félix se asustó mucho y le dijo: «Vete ya; cuando tenga tiempo volveré a llamarte.»

»José fue uno de los doce hijos de Jacob. Como sus hermanos le tenían envidia, lo vendieron como esclavo a unos comerciantes, que lo llevaron a Egipto. Sin embargo, Dios amaba a José,

Entonces los habitantes de la región de Gerasa le rogaron a Jesús que se fuera de allí, porque tenían mucho miedo. Cuando Jesús subió a la barca para regresar a Galilea,

Herodes le tenía miedo a Juan y lo protegía, porque sabía que Juan era un hombre justo y santo. Y aunque Herodes no sabía qué hacer cuando lo oía hablar, lo escuchaba de buena gana.

»Luego les diré a los malvados: “¡Aléjense de mí! Lo único que pueden esperar de Dios es castigo. Váyanse al fuego que nunca se apaga, al fuego que Dios preparó para el diablo y sus ayudantes.

Y si llegaran a tenerlos, yo les quitaré la vida. ¡Pobres de ellos cuando yo los abandone!

11 (13) No me apartes de ti; ¡no me quites tu santo espíritu!

—¿Por qué me has traicionado, como lo hizo David? —preguntó Saúl—. ¿Por qué le diste a David comida y una espada, y además le pediste a Dios que lo ayudara? ¡David quiere acabar conmigo, y solo está esperando una oportunidad para hacerlo!

Sin embargo, Mical, la otra hija de Saúl, estaba enamorada de David. Cuando Saúl lo supo, se puso muy contento,

Y Samuel obedeció a Dios. Cuando llegó a Belén, los líderes del pueblo se preocuparon mucho y le dijeron: —¿A qué has venido? ¿Hay algún problema?

Pero si quiere matarte y no te lo digo, ¡que Dios me castigue duramente si no te ayudo a escapar! »Que Dios te cuide como cuidó a mi padre.

y le gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos te atacan!» Sansón despertó pensando que iba a librarse como antes, pero no sabía que Dios ya lo había abandonado.

Samuel seguía creciendo, y Dios lo cuidaba. También le daba mensajes en el santuario de Siló, y Samuel se los comunicaba a todo el pueblo. Todo lo que Dios prometía por medio de Samuel, se cumplía. Por eso en todo Israel, la gente confiaba plenamente en las palabras de Samuel.

Cada día David tenía más y más poder, pues el Dios todopoderoso lo ayudaba. David sabía que Dios le había dado ese poder, y que lo había hecho rey de Israel por amor a su pueblo. Hiram, el rey de Tiro, envió gente que sabía construir con madera y piedra. Con ellos envió madera para que le hicieran a David un palacio en Jerusalén.




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