Y Saúl le respondió: —Son los mejores animales que los soldados les quitaron a los amalecitas. Los trajeron para presentárselos como ofrenda a nuestro Dios. Todo lo demás lo destruimos.
Pero Ahías escuchó sus pasos al llegar a la puerta, y le dijo: «Entra, esposa de Jeroboam. ¿Por qué tratas de engañarme? Tengo muy malas noticias para ti.