Y sabemos que amamos a Dios y obedecemos sus mandamientos, cuando también amamos a los hijos de Dios.
En cambio, el que obedece lo que Dios ordena, de veras sabe amar como Dios ama, y puede estar seguro de que es amigo de Dios.
Y Jesucristo nos dio este mandamiento: «¡Amen a Dios, y ámense unos a otros!»
Esto les ordeno: Que se amen unos a otros.
Nosotros sabemos que conocemos a Dios porque obedecemos sus mandamientos.
El amor que nos tenemos demuestra que ya no estamos muertos, sino que ahora vivimos. Pero si ustedes no se aman los unos a los otros, es porque todavía están bajo el poder de la muerte.