Tito 3:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.

Referencias Cruzadas

Colosenses 1:21

En otro tiempo vosotros, por vuestra actitud y vuestras malas acciones, estabais alejados de Dios y erais sus enemigos.

Romanos 6:17

Pero gracias a Dios que, aunque antes erais esclavos del pecado, ya os habéis sometido de corazón a la enseñanza que os fue transmitida.

Colosenses 3:7

Vosotros las practicasteis en otro tiempo, cuando vivíais en ellas.

Romanos 6:22

Pero ahora que habéis sido liberados del pecado y os habéis puesto al servicio de Dios, cosecháis la santidad que conduce a la vida eterna.

1 Pedro 1:14

Como hijos obedientes, no os amoldéis a los malos deseos que teníais antes, cuando vivíais en la ignorancia.

Proverbios 9:6

Dejad vuestra insensatez, y viviréis; andaréis por el camino del discernimiento.

2 Corintios 12:20

En realidad, me temo que cuando vaya a veros no os encuentre como quisiera, ni vosotros me encontréis a mí como quisierais. Temo que haya peleas, celos, arrebatos de ira, rivalidades, calumnias, chismes, insultos y alborotos.

Juan 8:34

―Ciertamente os aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—.

Mateo 21:29

“No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue.

Salmos 36:2

Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado.

Santiago 1:26

Si alguien se cree religioso, pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada.

Gálatas 6:3

Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo.

Lucas 21:8

―Tened cuidado; no os dejéis engañar —les advirtió Jesús—. Vendrán muchos que usando mi nombre dirán: “Yo soy”, y: “El tiempo está cerca”. No los sigáis.

Apocalipsis 18:2

Gritó a gran voz: «¡Ha caído! ¡Ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios y en guarida de todo espíritu maligno, en nido de toda ave impura y detestable.

Apocalipsis 13:14

Con estas señales que se le permitió hacer en presencia de la primera bestia, engañó a los habitantes de la tierra. Les ordenó que hicieran una imagen en honor de la bestia que, después de ser herida a espada, revivió.

Apocalipsis 12:9

Así fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue arrojado a la tierra.

Isaías 44:20

Se alimentan de cenizas, se dejan engañar por su iluso corazón, no pueden salvarse a sí mismos, ni decir: «¡Lo que tengo en mi diestra es una mentira!»

Abdías 1:3

Tu carácter soberbio te ha engañado. Como habitas en las hendiduras de los desfiladeros, en la altura de tu morada, te dices a ti mismo: ¿Quién podrá arrojarme a tierra?

Proverbios 8:5

Vosotros los inexpertos, ¡adquirid prudencia! Vosotros los necios, ¡obtened discernimiento!

Romanos 6:6

Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado;

Romanos 6:12

Por lo tanto, no permitáis que el pecado reine en vuestro cuerpo mortal, ni obedezcáis a vuestros malos deseos.

Romanos 11:30

De hecho, en otro tiempo vosotros fuisteis desobedientes a Dios; pero ahora, por la desobediencia de los israelitas, habéis sido objeto de su misericordia.

2 Timoteo 3:6

Así son los que van de casa en casa cautivando a mujeres débiles cargadas de pecados, que se dejan llevar de toda clase de pasiones.

2 Timoteo 3:13

mientras que esos malvados embaucadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

Tito 1:16

Profesan conocer a Dios, pero con sus acciones lo niegan; son abominables, desobedientes e incapaces de hacer nada bueno.

Tito 2:12

y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio,

Génesis 38:9

Pero Onán sabía que los hijos que nacieran no serían reconocidos como suyos. Por eso, cada vez que tenía relaciones con ella, derramaba el semen en el suelo, y así evitaba que su hermano tuviera descendencia.

Génesis 39:16

La mujer guardó el manto de José hasta que su marido volvió a su casa.