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Referencias Cruzadas

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Sofonías 3:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¡Ay de la ciudad opresora, rebelde y contaminada!

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17 Referencias Cruzadas  

Así dice el Señor Todopoderoso: «¡Talad árboles y levantad una rampa contra Jerusalén! Esta ciudad debe ser castigada, pues en ella no hay más que opresión.

Hemos sido rebeldes; hemos negado al Señor. ¡Le hemos vuelto la espalda a nuestro Dios! Fomentamos la opresión y la traición; proferimos las mentiras concebidas en nuestro corazón.

Así dice el Santo de Israel: «Vosotros habéis rechazado esta palabra; habéis confiado en la opresión y en la perversidad, y os habéis apoyado en ellas.

«De modo que me acercaré a vosotros para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus asalariados; contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor —dice el Señor Todopoderoso—.

No oprimáis a las viudas ni a los huérfanos, ni a los extranjeros ni a los pobres. No maquinéis el mal en vuestro corazón los unos contra los otros”.

Tus habitantes tratan con desprecio a su padre y a su madre, oprimen al extranjero, explotan al huérfano y a la viuda.

Codician campos, y se apropian de ellos; casas, y de ellas se adueñan. Oprimen al varón y a su familia, al hombre y a su propiedad.

»Pero tus ojos y tu corazón solo buscan ganancias deshonestas, solo buscan derramar sangre inocente y practicar la opresión y la violencia».

La viña del Señor Todopoderoso es el pueblo de Israel; los hombres de Judá son su huerto preferido. Él esperaba justicia, pero encontró ríos de sangre; esperaba rectitud, pero encontró gritos de angustia.

y le quitará también el buche y las entrañas, y los arrojará hacia el lado oriental del altar, donde se echa la ceniza.

Oíd esta palabra, vacas de Basán, que vivís en el monte de Samaria, que oprimís a los desvalidos y maltratáis a los necesitados, que decís a vuestros esposos: «¡Traednos de beber!»

Proclamad en las fortalezas de Asdod y en los baluartes de Egipto: «Reuníos sobre los montes de Samaria y ved cuánto pánico hay en ella, ¡cuánta opresión hay en su medio!»

son la causa de todo esto, porque te prostituiste con las naciones y te contaminaste con sus ídolos.

Los terratenientes roban y extorsionan a la gente, explotan al indigente y al pobre, y maltratan injustamente al extranjero.

Pero este pueblo tiene un corazón terco y rebelde; se ha descarriado, ha sido infiel.

Sus tejidos no sirven para vestido; no podrán cubrirse con lo que fabrican. Sus obras son obras de iniquidad, y sus manos generan violencia.

Como agua que brota de un pozo, así brota de Jerusalén la maldad. En ella se oye de violencia y destrucción; no veo otra cosa que enfermedades y heridas.




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