Y bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre.
Su madre dijo a los sirvientes: ―Haced lo que él os ordene.
»Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
―Haré todo lo que me has dicho —respondió Rut.
Booz comió y bebió, y se puso alegre. Luego se fue a dormir detrás del montón de grano. Más tarde Rut se acercó sigilosamente, le destapó los pies y se acostó allí.
Ester no reveló su nacionalidad ni sus antecedentes familiares, porque Mardoqueo se lo había prohibido.