Si alguno piensa que no está tratando a su prometida como es debido, y ella ha llegado ya a su madurez, por lo cual él se siente obligado a casarse, que lo haga. Con eso no peca; que se casen.
Obedece sus preceptos y normas que hoy te mando cumplir. De este modo, a ti y a tus descendientes os irá bien, y permaneceréis mucho tiempo en la tierra que el Señor vuestro Dios os da para siempre».
Así que Rut se quedó junto con las criadas de Booz para recoger espigas hasta que terminó la cosecha de la cebada y del trigo. Mientras tanto, vivía con su suegra.