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Referencias Cruzadas

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Rut 2:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¡Que el Señor te recompense por lo que has hecho! Que el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te lo pague con creces.

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29 Referencias Cruzadas  

¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas.

pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!

A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda.

Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas,

Anhelo habitar en tu casa para siempre y refugiarme debajo de tus alas. Selah

Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, vosotros habéis mostrado sirviendo a los santos, como lo seguís haciendo.

Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.

¿Quién encuentra a su enemigo y le perdona la vida? ¡Que el Señor te recompense por lo bien que me has tratado hoy!

Pero Rut respondió: ―¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! »Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.

Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.

Vosotros, por el contrario, amad a vuestros enemigos, hacedles bien y dadles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendréis una gran recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.

»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!

Alegraos y llenaos de júbilo, porque os espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que os precedieron.

Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.

Que el Señor le conceda hallar misericordia divina en aquel día. Tú conoces muy bien los muchos servicios que me prestó en Éfeso.

»Cuidaos de no hacer vuestras obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actuáis así, vuestro Padre que está en el cielo no os dará ninguna recompensa.

Cuentas con una esperanza futura, la cual no será destruida.

El malvado obtiene ganancias ilusorias; el que siembra justicia asegura su ganancia.

Dirá entonces la gente: «Ciertamente los justos son recompensados; ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra».

Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.

No dejéis que os prive de esta realidad ninguno de esos que se ufanan en fingir humildad y adoración de ángeles. Los tales hacen alarde de lo que no han visto; y, envanecidos por su razonamiento humano,

―Ya me han contado —le respondió Booz— todo lo que has hecho por tu suegra desde que murió tu esposo; cómo dejaste padre y madre, y la tierra donde naciste, y viniste a vivir con un pueblo que antes no conocías.

―¡Ojalá siga yo siendo de tu agrado, mi señor! —contestó ella—. Tú me has consolado y me has hablado con cariño, aunque ni siquiera soy como una de tus siervas.

Este niño renovará tu vida y te sustentará en la vejez, porque lo ha dado a luz tu nuera, que te ama y es para ti mejor que siete hijos».

Así dice el Señor: «Reprime tu llanto, las lágrimas de tus ojos, pues tus obras tendrán su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo —afirma el Señor—.

Ahora caigo en cuenta que tú serás el rey, y que consolidarás el reino de Israel.




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