Las ofrendas de dedicación que los jefes de Israel presentaron cuando se consagró el altar fueron las siguientes: doce fuentes de plata, doce tazones de plata y doce bandejas de oro.
Cuando Moisés terminó de levantar el santuario, lo consagró ungiéndolo junto con todos sus utensilios. También ungió y consagró el altar y sus utensilios.
Para el sacrificio de comunión, presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ajirá hijo de Enán.
Cada fuente de plata pesaba un kilo y medio, y cada tazón, ochocientos gramos. El peso total de los objetos de plata llegaba a veintisiete kilos, según la tasación oficial del santuario.