Y los israelitas los expulsaron del campamento, tal como el Señor se lo había mandado a Moisés.
Ya sea que se trate de hombres o de mujeres, los expulsarás del campamento para que no contaminen el lugar donde habito en medio de mi pueblo».
El Señor le ordenó a Moisés
y fueron y cumplieron al pie de la letra lo que el Señor les había ordenado a Moisés y a Aarón.
Todos los israelitas cumplieron al pie de la letra lo que el Señor les había ordenado a Moisés y a Aarón.
El rey Uzías se quedó leproso hasta el día de su muerte. Tuvo que vivir aislado en su casa, y le prohibieron entrar en el templo del Señor. Su hijo Jotán quedó a cargo del palacio y del gobierno del país.