Cruzad con vuestras armas el Jordán, y con la ayuda del Señor luchad hasta que él haya quitado del camino a vuestros enemigos.
Moisés les contestó: ―Si estáis dispuestos a hacerlo así, tomad las armas y marchad al combate.
Cuando a vuestro paso el Señor haya sometido la tierra, entonces podréis regresar a casa, pues habréis cumplido con vuestro deber hacia el Señor y hacia Israel. Y con la aprobación del Señor esta tierra será vuestra.
―Recordad la orden que os dio Moisés, siervo del Señor: “Dios el Señor os ha dado reposo y os ha entregado esta tierra”.