Tenían a su cargo el armazón del santuario, es decir, sus travesaños, postes y bases, junto con todos sus utensilios y todo lo necesario para su servicio.
Para esta cortina prepara cinco postes de acacia recubiertos de oro, con sus respectivos ganchos de oro, y funde para los postes cinco bases de bronce.
A los meraritas les dio cuatro carretas y ocho bueyes, como requería su ministerio. Todos ellos estaban bajo las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.