Er y Onán eran hijos de Judá, pero ambos murieron en Canaán. De sus hijos Selá, Fares y Zera proceden los siguientes clanes: los selaítas, los faresitas y los zeraítas.
Los descendientes de Judá quedaron registrados por clanes y por familias patriarcales según su genealogía. Uno por uno fueron empadronados todos los varones mayores de veinte años que eran aptos para el servicio militar.