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Referencias Cruzadas

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Números 21:34

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Pero el Señor le dijo a Moisés: «No le tengas miedo, porque voy a entregar en tus manos a Og con su ejército y su territorio. Harás con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey de los amorreos que vivía en Hesbón».

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24 Referencias Cruzadas  

Entonces saldréis de vuestro escondite y os apoderaréis de Hai. El Señor os dará la victoria.

Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré”.

Esto es poca cosa para el Señor, que además entregará a Moab en vuestras manos.

El hombre de Dios se presentó ante el rey de Israel y le dijo: «Así dice el Señor: “Por cuanto los sirios piensan que el Señor es un dios de las montañas y no un dios de los valles, yo te voy a entregar este enorme ejército en tus manos, y así sabrás que yo soy el Señor”».

Mientras tanto, un profeta se presentó ante Acab, rey de Israel, y le anunció: ―Así dice el Señor: “¿Ves ese enorme ejército? Hoy lo entregaré en tus manos, y entonces sabrás que yo soy el Señor”.

así que David consultó al Señor: ―¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder? ―Atácalos —respondió el Señor—; te aseguro que te los entregaré.

David volvió a consultar al Señor, y él le respondió: ―Ponte en camino y ve a Queilá, que voy a entregar en tus manos a los filisteos.

Y Jefté le hizo un juramento solemne al Señor: «Si verdaderamente entregas a los amonitas en mis manos,

Entonces Josué les dijo: «No temáis ni deis un paso atrás; al contrario, sed fuertes y valientes. Esto es exactamente lo que el Señor hará con todos los que enfrentéis en batalla».

Y el Señor le dijo a Josué: «No tiembles ante ellos, pues yo te los entrego; ninguno de ellos podrá resistirte».

Sed fuertes y valientes. No temáis ni os asustéis ante esas naciones, pues el Señor vuestro Dios siempre os acompañará; nunca os dejará ni os abandonará».

con estas palabras: “¡Escucha, Israel! Hoy vas a entrar en batalla contra tus enemigos. No te desanimes ni tengas miedo; no te acobardes ni te llenes de pavor ante ellos,

Pondrá a sus reyes bajo tu poder, y de sus nombres tú borrarás hasta el recuerdo. Ninguna de esas naciones podrá resistir tu presencia, porque tú las destruirás.

Por cierto, el rey Og de Basán fue el último de los gigantes. Su cama era de hierro y medía cuatro metros y medio de largo por dos de ancho. Todavía se la puede ver en Rabá de los amonitas.

Así que no os rebeléis contra el Señor ni tengáis miedo de la gente que habita en esa tierra. ¡Ya son pan comido! No tienen quién los proteja, porque el Señor está de parte nuestra. Así que, ¡no les tengáis miedo!

las conquistó el Señor para el pueblo de Israel, y son apropiadas para la ganadería de tus siervos.

»Pero Sijón, rey de Hesbón, se negó a dejarnos pasar por allí, porque el Señor nuestro Dios había ofuscado su espíritu y endurecido su corazón, para hacerlo súbdito nuestro, como lo es hasta hoy.

»Cuando tomamos la ruta hacia Basán, el rey Og, que gobernaba ese país, nos salió al encuentro en Edrey. Iba acompañado de todo su ejército, dispuesto a pelear.

»Tal vez te preguntes: “¿Cómo podré expulsar a estas naciones, si son más numerosas que yo?”

Pero no les temas; recuerda bien lo que el Señor tu Dios hizo contra el faraón y contra todo Egipto.

No te asustes ante ellos, pues el Señor tu Dios, el Dios grande y temible, está contigo.




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